Café es hacer que tus manos dejen de pasar frío.
Es acabar el día y empezar tu día.
Es un momento. Que nunca llega o que nunca acaba.
Café son vacaciones. Las que menos duran y
que más dan.
Café es la canción que suena de improviso.
Aquella que tanto te gustaba y que ya no recordabas.
Es la idea que habías olvidado y que no te habían dado.
Café es pensar en la lista de cosas que te quedan
por hacer, y que no harás.
Es conectar con el mundo. Y otro,
para desconectar y vivir tu mundo.
Café es que te olvides de las penas y disfrutes sin ellas. Porque es jueves y te sientes viernes.
Un café solo. O con quien tu quieras.
Pero café.
